El alcalde de Torrelavega, Ildefonso Calderón, ha pedido a la Universidad de Cantabria, concretamente a la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía, un análisis del informe elaborado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) sobre las causas que originan las filtraciones en el Barrio de la Turbera.
El regidor municipal ha recordado que es lo que se acordó en la última reunión de la Comisión de Seguimiento de la Turbera de Torrelavega, compuesta por representantes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, del área de Fomento de la Delegación del Gobierno en Cantabria, del Gobierno de Cantabria a través de la consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, y del Ayuntamiento de Torrelavega, celebrada a primeros de este mes a la que asistió el regidor municipal.
En este sentido, el alcalde de Torrelavega, en cumplimiento de lo acordado, ha enviado esta misma semana una carta la Delegado Especial del Rector de la Universidad de Cantabria para el Campus de Torrelavega, Julio Manuel de Luis Ruiz, en la que insta a la facultad a realizar un análisis del procedimiento metodológico, los observables utilizados, consideraciones y recomendaciones descritas en el informe elaborado por el Instituto Geológico Minero de España, sobre la Denominación del Origen de las Aguas y Humedades superficiales aparecidas en el Barrio de la Turbera de Torrelavega.
Calderón ha recordado que el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) afirmaba en sus conclusiones que las filtraciones de agua en el barrio de la Turbera son ajenas al proceso de inundación de la mina de Reocín y recomendaba dar la máxima profundidad posible a la zanja de drenaje existente hasta finalizar su trazado en una arqueta propiedad de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
Para la realización de este estudio, el IGME examinó marco geológico de la zona y en particular la forma y composición de los estratos del entorno de la Turbera. Además, se analizó el yacimiento relacionado con la mina de Reocín, detectando que parte de los materiales inertes acumulados en la explotación fueron utilizados posteriormente en las obras realizadas por el Ministerio de Fomento para la construcción de la Autovía del Cantábrico (A-8) que atraviesa el sector estudio del barrio de la Turbera. Este hecho merecía ser puesto de relieve a juicio de los autores del informe, como también la existencia de unos antiguos almacenes de concentrado de mineral de hierro propiedad de AZSA en esta zona, lo cual explicaría los elevados niveles de mineral observados en la composición del agua.
Asimismo, el informe añadía, además, que la Turbera, también conocida anteriormente por “Las Llamas” hace referencia en ambos casos a una zona con abundante presencia de agua acumulada de forma natural a causa de su composición geológica, de su elevada permeabilidad y de la dinámica hidrológica de esta zona, que también está condicionada por el nivel del agua del río.
‘Considero que todas las aportaciones que pueda hacer la Universidad a serán muy productivas e interesantes, ya que la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía cuenta con técnicos y profesionales muy cualificados en esta materia’.
Asimismo, en su escrito el regidor municipal propone a la facultad la elaboración de materiales audiovisuales que permitan trasladar a la sociedad los puntos más significativos de dicho informe, con el fin de hacer más inteligible y comprensible este tema a la ciudadanía.
Por último, el regidor municipal solicita a la Escuela Politécnica la elaboración de un proyecto de ingeniería que permita acometer las obras propuestas en las recomendaciones hechas por el IGME que eran la ejecución de una obra de drenaje que complete las anteriormente realizadas, dando más profundidad a la zanja de drenaje realizada por AZSA y desviarla hasta finalizar en una arqueta propiedad de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
La carta ha sido enviada esta semana y el regidor municipal ha quedado a la espera de una respuesta por parte de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía enclavada en el campus torrelaveguense.
El regidor municipal ha recordado que es lo que se acordó en la última reunión de la Comisión de Seguimiento de la Turbera de Torrelavega, compuesta por representantes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, del área de Fomento de la Delegación del Gobierno en Cantabria, del Gobierno de Cantabria a través de la consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, y del Ayuntamiento de Torrelavega, celebrada a primeros de este mes a la que asistió el regidor municipal.
En este sentido, el alcalde de Torrelavega, en cumplimiento de lo acordado, ha enviado esta misma semana una carta la Delegado Especial del Rector de la Universidad de Cantabria para el Campus de Torrelavega, Julio Manuel de Luis Ruiz, en la que insta a la facultad a realizar un análisis del procedimiento metodológico, los observables utilizados, consideraciones y recomendaciones descritas en el informe elaborado por el Instituto Geológico Minero de España, sobre la Denominación del Origen de las Aguas y Humedades superficiales aparecidas en el Barrio de la Turbera de Torrelavega.
Calderón ha recordado que el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) afirmaba en sus conclusiones que las filtraciones de agua en el barrio de la Turbera son ajenas al proceso de inundación de la mina de Reocín y recomendaba dar la máxima profundidad posible a la zanja de drenaje existente hasta finalizar su trazado en una arqueta propiedad de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
Para la realización de este estudio, el IGME examinó marco geológico de la zona y en particular la forma y composición de los estratos del entorno de la Turbera. Además, se analizó el yacimiento relacionado con la mina de Reocín, detectando que parte de los materiales inertes acumulados en la explotación fueron utilizados posteriormente en las obras realizadas por el Ministerio de Fomento para la construcción de la Autovía del Cantábrico (A-8) que atraviesa el sector estudio del barrio de la Turbera. Este hecho merecía ser puesto de relieve a juicio de los autores del informe, como también la existencia de unos antiguos almacenes de concentrado de mineral de hierro propiedad de AZSA en esta zona, lo cual explicaría los elevados niveles de mineral observados en la composición del agua.
Asimismo, el informe añadía, además, que la Turbera, también conocida anteriormente por “Las Llamas” hace referencia en ambos casos a una zona con abundante presencia de agua acumulada de forma natural a causa de su composición geológica, de su elevada permeabilidad y de la dinámica hidrológica de esta zona, que también está condicionada por el nivel del agua del río.
‘Considero que todas las aportaciones que pueda hacer la Universidad a serán muy productivas e interesantes, ya que la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía cuenta con técnicos y profesionales muy cualificados en esta materia’.
Asimismo, en su escrito el regidor municipal propone a la facultad la elaboración de materiales audiovisuales que permitan trasladar a la sociedad los puntos más significativos de dicho informe, con el fin de hacer más inteligible y comprensible este tema a la ciudadanía.
Por último, el regidor municipal solicita a la Escuela Politécnica la elaboración de un proyecto de ingeniería que permita acometer las obras propuestas en las recomendaciones hechas por el IGME que eran la ejecución de una obra de drenaje que complete las anteriormente realizadas, dando más profundidad a la zanja de drenaje realizada por AZSA y desviarla hasta finalizar en una arqueta propiedad de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
La carta ha sido enviada esta semana y el regidor municipal ha quedado a la espera de una respuesta por parte de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía enclavada en el campus torrelaveguense.
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