Una vecina de Campuzano, Ana Rosa Fernández Rodríguez, ha registrado un escrito dirigido al concejal de Deportes del Ayuntamiento, Enrique Gómez Zamanillo, donde denuncia una serie de deficiencias en el gimnasio de la piscina municipal de La Lechera de la que es usuaria habitual.
La vecina denuncia las carencias de gimnasio y ente ellas destaca que la elíptica que siempre está rota. Después de meses reclamando la reparación de la misma, llegó la pieza, la pusieron y a la semana estaba rota nuevamente.
También dice que las reparaciones las efectúa personal que no está cualificado para realizar esta labor.
Manifiesta que hay dos cintas de correr con las patas rotas (hay un trozo de madera y una pesa sustentando la cinta). El jacuzzi está fuera de servicio, tal y como dijo el técnico deportivo “ese lo he cerrado yo por el artículo 33, porque se me pone en los cojones”.
Además no se suministran rollos de papel, importante para limpiar las máquinas después de cada uso. La sauna estuvo fuera de servicio durante 3 meses, “castigados sin sauna” según palabras de los responsables. Los tornos colocados hace ya 4 meses, además de innecesarios, están sin funcionar.
Esta usuaria denuncia asímismo que el pasado 22 de agosto, a las 15h de la tarde, al no llegar el conserje de relevo, el otro procedió a cerrar la instalación, echándonos, en palabras textuales “Todos a la puta calle” y echó a la gente porque no se había previsto otra persona que tomara el relevo.
La vecina solicita que desde el Ayuntamiento se aporte una solución rápida y eficaz a estos problemas, "pues a los usuarios no se nos rebaja la cuota por recibir muchos menos servicios".
La vecina denuncia las carencias de gimnasio y ente ellas destaca que la elíptica que siempre está rota. Después de meses reclamando la reparación de la misma, llegó la pieza, la pusieron y a la semana estaba rota nuevamente.
También dice que las reparaciones las efectúa personal que no está cualificado para realizar esta labor.
Manifiesta que hay dos cintas de correr con las patas rotas (hay un trozo de madera y una pesa sustentando la cinta). El jacuzzi está fuera de servicio, tal y como dijo el técnico deportivo “ese lo he cerrado yo por el artículo 33, porque se me pone en los cojones”.
Además no se suministran rollos de papel, importante para limpiar las máquinas después de cada uso. La sauna estuvo fuera de servicio durante 3 meses, “castigados sin sauna” según palabras de los responsables. Los tornos colocados hace ya 4 meses, además de innecesarios, están sin funcionar.
Esta usuaria denuncia asímismo que el pasado 22 de agosto, a las 15h de la tarde, al no llegar el conserje de relevo, el otro procedió a cerrar la instalación, echándonos, en palabras textuales “Todos a la puta calle” y echó a la gente porque no se había previsto otra persona que tomara el relevo.
La vecina solicita que desde el Ayuntamiento se aporte una solución rápida y eficaz a estos problemas, "pues a los usuarios no se nos rebaja la cuota por recibir muchos menos servicios".
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