Santander: Revilla afirma que si fuera presidente estaría “todos los días colgado al teléfono” para buscar soluciones porque Sniace “no puede cerrar”

El secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado hoy que si él fuera en este momento el presidente de Cantabria estaría "todos los días colgado al teléfono" para hablar con Madrid, concertar reuniones con el Gobierno central y buscar soluciones para Sniace, una empresa que a su juicio "no se puede cerrar".
"Torrelavega no puede permitirse el lujo de que desaparezca Sniace", ha enfatizado el líder regionalista a preguntas de los periodistas sobre la situación de la factoría torrelaveguense, a la que se ha referido como "fundamental" para la economía de Cantabria y cuyo cierre supondría "la puntilla para la comarca del Besaya, que ya está suficientemente castigada por el paro".
Revilla se ha mostrado "convencido" de que si una empresa del "valor estratégico" de Sniace estuviera "por ejemplo" en Galicia, tanto el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, como el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijoo, "hubiesen buscado una solución. "Porque puede haberlas", ha apostillado.
"Sabemos que hay que cumplir las leyes, que hay que cumplir las normativas, pero en un caso de esta emergencia, estoy seguro que se hubiesen sentado los dos presidentes y esa empresa no se cierra", ha subrayado.
También se ha mostrado a favor de "exigir a la empresa que cumpla sus obligaciones", pero ha defendido que, “por encima de negligencias o actuaciones no correctas de la dirección", hay “un compromiso social que deberían de abordar directamente el presidente de Cantabria, el ministro de Industria y el propio Mariano Rajoy".
"Desde luego yo, como presidente de Cantabria estaría todos los días colgado al teléfono intentando reunirme en Madrid, todos los días sentándome en una mesa para decir esto no se puede cerrar", ha afirmado Revilla.
Además, se ha referido a la situación de la empresa Golden Line y ha reiterado que la oferta de trasladar a todos sus trabajadores a Valladolid "es un despido", porque "nadie puede vivir con un sueldo de 800 euros" fuera de su ámbito familiar.