lunes, 15 de enero de 2018

Torrelavega: Muere el escritor local Manuel Bartolomé García

Esta mañana ha muerto el escritor local Manuel Bartolomé García. Nació en Torres (Torrelavega), el 15 de noviembre de 1935. Sus estudios primarios se desarrollaron en las Escuelas Nacionales de Renedo de Piélagos y Lloredo de Rudagüera, para, seguidamente, cursar el Bachillerato Superior en el Colegio de los Sagrados Corazones y el Instituto de Enseñanza Media Marqués de Santillana, ambos en Torrelavega.
Obtuvo el título de Piloto de Vuelo Sin Motor en las Escuelas de Somosierra (Madrid) y Santos Dumont (Huesca), así como el de Radiotelegrafista en la Escuela de Transmisiones de Cuatro Vientos (Madrid).
En 1959 ingresó en la Empresa Solvay ubicada en Barreda (Torrelavega), donde desarrolló toda su vida laboral, en la que ocupó diversos cargos de responsabilidad, formando parte de sus cuadros directivos.
Sus visitas a Japón dieron origen a sus libros “Yo ví nacer el sol entre cerezos”(1987) y “Bambú (Takenoko)” (2003); sus recorridos por España y otros países europeos le sugirieron los textos que se contienen en “Sitios” (2001), “Senderos”(2002) y “Bitácora” (2007). 
La evocación de sus años infantiles y juveniles donde registra y anota la vida en el entorno de Torrelavega, están reflejados en los títulos “Pinceladas” (2001) y “No todo fue gris” (2004). 
Una biografía de su padre, Antonio Bartolomé Suárez bajo el título de “Bartolomé. La trayectoria vital y obra literaria de un costumbrista cántabro” (2004) es un relato apasionado de la vida del que fuera descubridor de la documentación del famoso Pleito de Los Valles; y no menos apasionado y atractivo por lo que tiene de nostálgico, es el libro que, en colaboración con Ángel Muela Martín, relata las “Andanzas del Coro Ronda Garcilaso entre 1943 y 1956”, editado a finales de 2005.
En 2011 publicó “PICAYOS. Historia de la Agrupación de Danzas ‘Virgen de las Nieves’ de Tanos” en colaboración con Ángel Muela Martín. Y dos novelas al finalizar el año: “Una Saga Hindú” y “La Leyenda del Tasugo”. 
En el primer trimestre del 2013, presentó la biografía El Principado. La bodega de Cardín Montero, obra que dedicó a la vida de Ricardo Montero Santibáñez y su bodega privada. 
En 2015 publicó La leyenda del viejo cazador y coordinó la edición de Un rato a pájaros, una divulgación del conocimiento de las aves canoras, obra basada en los escritos que Antonio Bartolomé Suárez publicóen el periódico Alerta. 
En 2016, después de tres años de investigaciones, alumbró la biografía de un gran personaje cántabro del siglo XIX bajo el título de Pío Jusué Barreda. La gloria oculta.
En 2006 formalizó su ingreso como socio del Centro de Estudios Montañeses con la lección-coloquio sobre “Bartolomé: Un costumbrista cántabro”.
Ha prologado las ediciones de libros de otros autores, tales como la novela El Secreto del Boticario, de Fernando Martín Morales; Aquellas marzas de la radio, de Ángel Muela Palacio; Epílogo para una memoria, novela de Fernando Martín Morales; El Culto a los muertos, vol. I y II, de José Luis Sánchez Landeras; Patrimonio histórico artístico, religioso, y funerario de Santa Cruz de Bezana y Patrimonio histórico artístico civil de Santa Cruz de Bezana, del mismo autor; Un hogar para todos.25 aniversario del hogar del pensionista del Barrio Covadonga, de Antonio Castillo Un rato a pájaros, de Antonio Bartolomé, Nubes de papel, de Aurori Miranda, Pasos, de Delia de los Ángeles Laguillo.
Fue coautor con Ángel Mª Muela de diversos guiones radiofónicos sobre costumbres, tradiciones y folklore de nuestra Región, tales como “Las marzas de la radio”, “La noche de San Juan”, “Los reyeros”, “Recordanzas de La Patrona”, “Por San Martín mata el gorrín”, etc. que se emiten en diversas emisoras de radio.
A título individual, realizó el guión para un cortometraje patrocinado por AMICA, titulado "Tía Josefuca rediviva", personaje de ficción creado por su padre, Antonio Bartolomé, para exponer diferentes problemas de Torrelavega y su entorno durante los difíciles años que van de 1955 hasta 1975. Manuel Bartolomé recreó este personaje, actualizándolo a través de un sueño periodístico para “resituar” a la pueblerina Tía Josefuca y su fiel cabalgadura, el dócil asno “Lirio”, en los tiempos actuales.
Como miembro de la Sociedad Cántabra de Escritores colaboró en la edición del libro Historias de Santander, (2006) con un trabajo sobre “La caída del padre Rávago y su repercusión en Cantabria” y el capítulo “Adrián y Naroba” en la obra colectiva Balconadas (2011). 
En 2012 participó junto con otros autores de esta SCE, en la obra colectiva Sueños, con el capítulo Bisbiseos, un alegato contra la xenofobia a través de la visión de los pajarillos de un jardín. 
En 2013, incluyó en la obra colectiva Obrussae Cantabricae, el capítulo titulado Itíneris, un ensayo sobre el problema de los jóvenes españoles que deben emigrar al finalizar sus estudios. 
En 2014, colaboró en la obra común de la SCE, MAR.es, con el capítulo Del éxtasis a la litación, la historia de una joven madrileña que descubre el mar Cantábrico, con el que siempre soñó, y perece en él. En el 2015, con el capítulo En busca del verso de cabo roto, de la obra común Hila…de la rima a la prosa, también de la Sociedad Cántabra de Escritores; y en 2016, en el colectivo 1616-Inspiraciones cervantinas, donde incluye el capítulo titulado María Castaña y el alférez Campuzano.
Manuel Bartolomé García fue colaborador del diario Alerta, como columnista de sus páginas de opinión y tribuna libre, en la revista de historia “Los Cántabros” y especialmente en el periódico digital “Cantabria24horas” al mismo tiempo que ha disertado en diversos foros sobre artistas, escritores cántabros y el lenguaje y tradiciones montañesas.
Dios le tenga en su gloria. Adiós, amigo.

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