El Grupo Municipal de Torrelavega Sí considera que la política que lleva a cabo el equipo de Gobierno de obstruir las propuestas e iniciativas de los partidos que no aprobaron los Presupuestos municipales en realidad es un “castigo” para los ciudadanos que son quienes padecen las carencias y falta de mejoras que conllevan.
Torrelavega Sí viene observando, de manera reiterada, que aquellas iniciativas surgidas de propuestas realizadas por grupos políticos que no aprobaron los Presupuestos municipales, como las presentadas por este partido, sufren un oscuro retraso en su tramitación que dilata su ejecución, a veces hasta extremos absurdos.
Un ejemplo sencillo y reciente de esta política de revancha que lleva a cabo el Gobierno PSOE PRC es la colocación de elementos bio saludables a lo largo de las márgenes del recorrido del Bulevar Ronda.
Torrelavega Sí viene observando, de manera reiterada, que aquellas iniciativas surgidas de propuestas realizadas por grupos políticos que no aprobaron los Presupuestos municipales, como las presentadas por este partido, sufren un oscuro retraso en su tramitación que dilata su ejecución, a veces hasta extremos absurdos.
Un ejemplo sencillo y reciente de esta política de revancha que lleva a cabo el Gobierno PSOE PRC es la colocación de elementos bio saludables a lo largo de las márgenes del recorrido del Bulevar Ronda.
Un proyecto de escaso coste y fácil ejecución que, y aunque desde el Gobierno ya ha sido anunciado en dos ocasiones, nunca termina de hacerse realidad.
De hecho, en la última comisión de Obras, celebrada el pasado martes 8 de agosto, preguntado el responsable del área, el regionalista López Estrada por este asunto, éste afirmó que el proyecto ya se encontraba en fase de contratación. Un extremo que inmediatamente se comprobó que no era cierto y que, a falta aún de concretar aún varios aspectos del mismo, se encuentra perdido en el limbo de lo pendiente.
Una política revanchista y de castigo, absurda y sectaria, cuyas consecuencias únicamente padecen los ciudadanos, que se ven privados de infraestructuras y servicios que les pudieran hacer la vida alga más agradable y sencilla, responsabilidad última de quienes administran los bienes públicos.
Una política revanchista y de castigo, absurda y sectaria, cuyas consecuencias únicamente padecen los ciudadanos, que se ven privados de infraestructuras y servicios que les pudieran hacer la vida alga más agradable y sencilla, responsabilidad última de quienes administran los bienes públicos.
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