Los programas de crecimiento industrial que el Gobierno de Cantabria puso a disposición de los empresarios el año pasado contribuyeron a crear 300 puestos de trabajo, según ha informado el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, que esta mañana ha recordado que la convocatoria de ayudas de este año aún están vigentes y que los plazos terminarán el 31 de agosto para el programa Crece 1 y el 31 de marzo para el programa Crece 2.
Martín, acompañado del director general de Industria y Comercio, Raúl Pelayo, ha informado de las subvenciones al crecimiento industrial Crece 1 (destinadas a microempresas) y Crece 2 (destinadas a empresas en general), dotadas con 450.000 euros y 5 millones de euros, respectivamente, es decir, casi un 25 por ciento más del presupuestado el año pasado, cuya partida se agotó.
El consejero ha señalado que hace seis meses el Gobierno de Cantabria realizó un diagnóstico de los principales problemas de la industria cántabra, y que éstos se centraron en la falta de internacionalización, la escasa inversión destinada a I+D+i y la deficitaria productividad de las pequeñas empresas. Para intentar atajarlos, Martín ha destacado los esfuerzos que se llevan a cabo en materia de internacionalización por parte de Sodercán, en materia de I+D+i por parte de la Dirección General de Innovación (la Consejería ha aumentado sus presupuestos en esta materia en un 30 por ciento) y finalmente ha justificado la inversión del programa de ayudas que pretende incentivar el crecimiento de las microempresas y PYMES.
Las ayudas Crece 1 tienen como objeto el fomento de las inversiones productivas del sector industrial para las empresas de menos de 10 trabajadores y cuyo volumen de negocio y balance anual no superen los 2 millones de euros. La intensidad de la subvención es del 30 por ciento de la inversión efectuada que tendrá que haber sido ser facturada y totalmente pagada.
Las ayudas Crece 2 pretenden fomentar las inversiones en nuevos activos materiales e inmateriales y la utilización de servicios de consultoría de las empresas del sector industrial y de apoyo a la industria, tanto de PYMES como de grandes empresas. La intensidad de las ayudas varía en función de diversos parámetros, entre los que destaca la creación de empleo que es lo que más se valora. En este caso, las solicitudes han de presentarse antes de realizarse la inversión, con un baremo máximo de un 10 por ciento para las grandes empresas, un 20 por ciento para las medianas y un 30 por ciento para las pequeñas. Las ayudas a los servicios de consultoría, sólo para las PYMES, pueden alcanzar el 50 por ciento.
Además de estas ayudas que se convocan con el dinero del Gobierno de Cantabria, también están a disposición de los empresarios de Cantabria los incentivos regionales a fondo perdido de carácter estatal, que como máximo tienen un porcentaje del 10 por ciento para la gran empresa, 20 por ciento para las medianas y 30 por ciento para las pequeñas. La inversión mínima ha de ser de 900.000 euros en obra civil, bienes de equipo, estudios previos del proyecto y activos inmateriales y los sectores promocionables son las industrias transformadoras, los servicios de apoyo a la producción y los establecimientos turísticos e instalaciones complementarias de ocio, tanto para establecimientos como para ampliaciones. Las solicitudes para acceder a estos incentivos regionales finalizarán el 31 de diciembre de 2020.
Martín, acompañado del director general de Industria y Comercio, Raúl Pelayo, ha informado de las subvenciones al crecimiento industrial Crece 1 (destinadas a microempresas) y Crece 2 (destinadas a empresas en general), dotadas con 450.000 euros y 5 millones de euros, respectivamente, es decir, casi un 25 por ciento más del presupuestado el año pasado, cuya partida se agotó.
El consejero ha señalado que hace seis meses el Gobierno de Cantabria realizó un diagnóstico de los principales problemas de la industria cántabra, y que éstos se centraron en la falta de internacionalización, la escasa inversión destinada a I+D+i y la deficitaria productividad de las pequeñas empresas. Para intentar atajarlos, Martín ha destacado los esfuerzos que se llevan a cabo en materia de internacionalización por parte de Sodercán, en materia de I+D+i por parte de la Dirección General de Innovación (la Consejería ha aumentado sus presupuestos en esta materia en un 30 por ciento) y finalmente ha justificado la inversión del programa de ayudas que pretende incentivar el crecimiento de las microempresas y PYMES.
Las ayudas Crece 1 tienen como objeto el fomento de las inversiones productivas del sector industrial para las empresas de menos de 10 trabajadores y cuyo volumen de negocio y balance anual no superen los 2 millones de euros. La intensidad de la subvención es del 30 por ciento de la inversión efectuada que tendrá que haber sido ser facturada y totalmente pagada.
Las ayudas Crece 2 pretenden fomentar las inversiones en nuevos activos materiales e inmateriales y la utilización de servicios de consultoría de las empresas del sector industrial y de apoyo a la industria, tanto de PYMES como de grandes empresas. La intensidad de las ayudas varía en función de diversos parámetros, entre los que destaca la creación de empleo que es lo que más se valora. En este caso, las solicitudes han de presentarse antes de realizarse la inversión, con un baremo máximo de un 10 por ciento para las grandes empresas, un 20 por ciento para las medianas y un 30 por ciento para las pequeñas. Las ayudas a los servicios de consultoría, sólo para las PYMES, pueden alcanzar el 50 por ciento.
Además de estas ayudas que se convocan con el dinero del Gobierno de Cantabria, también están a disposición de los empresarios de Cantabria los incentivos regionales a fondo perdido de carácter estatal, que como máximo tienen un porcentaje del 10 por ciento para la gran empresa, 20 por ciento para las medianas y 30 por ciento para las pequeñas. La inversión mínima ha de ser de 900.000 euros en obra civil, bienes de equipo, estudios previos del proyecto y activos inmateriales y los sectores promocionables son las industrias transformadoras, los servicios de apoyo a la producción y los establecimientos turísticos e instalaciones complementarias de ocio, tanto para establecimientos como para ampliaciones. Las solicitudes para acceder a estos incentivos regionales finalizarán el 31 de diciembre de 2020.
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