Según la secretaria general de USO, Mercedes Zubimendi, las cifras del desempleo registrado en noviembre dejan una de cal y una de arena en Cantabria. Por un lado parece indicar que se ha producido el cambio de tendencia en cuanto a empleo desestacionalizado se refiere, pero también deja con más claridad que a los cántabros le va a costar más sacrificios salir de la crisis que al resto de españoles.
En Noviembre aumentan en 1040 los desempleados, un 1,9%, registrándose subidas en todos los sectores productivos, destacando el de servicios con un ascenso de 2,13%. Por territorios, las oficinas de Maliaño, Colindres y Torrelavega, por este orden, registran las mayores subidas del paro en el último mes. Esto es el jarro de agua fría, dice Zubimendi.
En términos interanuales, Cantabria reduce por primera vez el desempleo en los últimos 6 años, aunque muy tímidamente, con 100 parados menos registrados. Esta circunstancia, que USO ya había pronosticado en el pasado mes de agosto que se produciría en este otoño, parece indicar un punto de inflexión en la crisis económica en nuestra región. El sector que ha recuperado empleo en el último año es el de la construcción con un 13,18%, mientras que el resto ha seguido perdiendo empleo. La crisis industrial en nuestra región se convierte en el freno de una recuperación más determinante ya que el desempleo aumentó en este sector un 6,35% en los últimos doce meses. El sector servicios incrementó el paro pero de manera más moderada con 1,92%.
Por otro lado, vuelve a ser preocupante que Cantabria, un mes más, tenga un peor comportamiento que la media de nuestro país. España registró un descenso mensual del paro en - 0,05% y un interanual de -1,60%.
Para la secretaria general de USO en Cantabria, la recuperación económica tendrá que venir de la mano del sector industrial. La construcción, aunque recobra pulso, no va tirar en el futuro de la economía si el sector industrial no mejora. El eje del esfuerzo del actual Gobierno regional ha sido hasta ahora reducir el déficit acumulado pero ello, aunque necesario, no basta para recuperar la economía y pon ende el empleo. La política de abaratamiento de suelo industrial es sin duda una buena medida para el sector pero es necesario medidas de estímulo que tengan como objetivo afianzar el tejido productivo ya existente. Y en este aspecto el Gobierno ha cosechado un rotundo suspenso.
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